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Finanzas Personales en la Niñez
Muchas veces nos preguntan, ¿Cuál es la edad idónea para enseñarles a nuestros hijos sobre el dinero? La respuesta dependerá de muchos factores internos, por ejemplo, la comunicación entre niños, adolescentes y padres, la condición económica en el hogar, las condiciones del entorno (parientes, circulo social de hijos, hijas y padres) y sobre todo la disposición de estos últimos para hacerlo.

Los niños y adolescentes tienen la habilidad y capacidad de entender todo, de acuerdo a la forma que se lo expliquen los padres o tutores, el éxito del contenido del mensaje radicara en que los adultos utilicen el lenguaje idóneo para comunicárselo según su edad y características particulares de cada infante.
En la etapa de cuatro a siete años una forma en que el niño o la niña puede iniciar su relación con el dinero es que identifique como se usa el dinero y vaya conociendo su valor de acuerdo a las unidades monetarias, de menos a más, pueden hacer juegos o simulaciones que van a realizar una compra y él o ella deberá reconocer cuantas monedas o billetes entregará y recibirá de cambio al momento de la compra, es una excelente oportunidad para practicar las operaciones aritméticas en forma de juego.
A partir de los ocho años el tipo de comunicación es más amplia y puede ser el momento idóneo para hablarle al infante, sobre la forma que se produce el dinero en el hogar, si la generación de ingresos es por un negocio o por salario devengado, aquí es muy importante que el infante identifique algunos tipos de trabajos y de ser posible lo visite los puestos de trabajo o negocios.
Otra estrategia es los adultos alienten en ellos la motivación de ganar dinero, esta actividad se puede promover también a partir de los ocho años, algunas de las asignaciones seria ayudar en las actividades de casa y entregándole semanal o mensualmente un estímulo simbólico por realizarlas; la complejidad de estas tareas será escalable de acuerdo a la edad del infante y esto manejado y supervisado por los padres o tutores les dará la oportunidad de obtener seguridad y potenciar sus habilidades y experiencias tempranas a futuro.
El realizar las compras del mercado o supermercado es una actividad que pueden compartir con los infantes mayores de ocho adolescentes, así ellos conocerán como se maneja el dinero y obtendrán mayor consciencia en el uso del mismo.
Patrones de Comportamiento
Hemos analizado varios patrones de comportamiento en la relación padres a hijos sobre el uso del dinero en la niñez y adolescencias, abordaremos cuatro de ellos:
- El primero es donde ellos viven en abundancia alta media o baja de forma no consciente del origen del ingreso o de los gastos y al momento de administrar el recurso por sus propios medios, lo realizan con un alto grado de desperdicios en su etapa de independencia o adultez.
- El segundo es donde ellos viven en abundancia alta media o baja de forma consciente, los padres o tutores mantienen una comunicación abierta sobre el uso y la administración del dinero y en muchos casos de adultos, estos manejan eficientemente todos los recursos relacionados a la productividad.
- El tercero es donde ellos viven en escasez alta, media o baja de forma no consciente, los padres o tutores no conversan sobre la situación y el infante en algunos casos crece considerando que la pobreza es un efecto natural de su condición y es difícil o imposible salir de ella.
- El cuarto es donde ellos viven en escasez alta, media o baja de forma consciente, al punto de participar en la generación de efectivo para el sustento del hogar, algunas proyecciones reflejan una extensión del círculo de pobreza con el mismo patrón de comportamiento en varias generaciones y otras veces presenta un efecto antagónico convirtiéndose en personas que a base de esfuerzo transforman considerablemente su estilo de vida en su adultez.
Los resultados de estos análisis no están escritos en piedras; cambian por la diversidad de factores internos y externos que influyen en el comportamiento humano; sin embargo, quisimos esbozar este contenido para dejar una referencia de ciertas situaciones que se presentan y pueden transformarse o potenciarse de acuerdo al grado de Educación Financiera que brindemos a nuestros hijos e hijas.
La enseñanza en Educación Financiera, no tiene edad o contraindicaciones; pero si tienen consecuencias adversar por la falta de ella. ¡Así que está en tus manos hacer uso de ella, en cualquier momento!.